Ocaña, Norte de Santander – El presidente Gustavo Petro visitó el municipio de Ocaña, el pasado 27 de enero, para liderar un Consejo de Seguridad que reunió a representantes del gobierno nacional, la cúpula militar y organizaciones sociales. La visita se centró en abordar la grave situación de seguridad en el Catatumbo, una región golpeada por la violencia del narcotráfico y los enfrentamientos entre grupos armados ilegales, entre ellos el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las disidencias de las FARC.
Durante su intervención, Petro subrayó la complejidad de la situación y las implicaciones que tiene para la soberanía nacional, señalando que las acciones del ELN en el Catatumbo están siendo influenciadas por una “fuerza extranjera”. El presidente criticó fuertemente al grupo armado, afirmando que su comportamiento se ha alejado de las proclamaciones originales y ahora actúan de manera similar a los paramilitares, lo que agrava el conflicto en la región.
“El ELN ya no actúa como lo hacía al principio, se ha transformado en una organización que hoy, de manera explícita, se comporta como lo que conocemos como paramilitares, pero con una ideología de guerrilla”, afirmó Petro.
El Consejo de Seguridad se llevó a cabo en el Colegio Industrial de Ocaña, y su principal objetivo fue evaluar los avances en la implementación de estrategias de seguridad en la zona y discutir nuevas medidas para garantizar el orden público. El presidente estuvo acompañado de ministros clave de su gabinete, así como de altos mandos de las Fuerzas Militares y representantes de diversas organizaciones sociales y comunitarias del Catatumbo, quienes compartieron sus preocupaciones sobre la situación.
Una de las medidas clave en la agenda fue la reciente implementación del decreto de conmoción interior, que fue firmado el viernes anterior. Este decreto, que tendrá una vigencia de 90 días, busca fortalecer las acciones del gobierno frente a la crisis en el Catatumbo, que se ha visto agudizada por los enfrentamientos entre el ELN y las disidencias de las FARC. Además, el gobierno pretende promover la sustitución de cultivos ilícitos y desarticular las estructuras criminales que perpetúan la violencia en la región.
En su discurso, Petro expresó la urgencia de un enfoque integral para la pacificación de la zona, destacando la importancia de la participación activa de las comunidades y de los actores sociales en el proceso. También se abordó la necesidad de garantizar la seguridad de los civiles y proteger los derechos humanos en medio del conflicto.
El presidente Petro también destacó que, aunque la situación es crítica, la comunidad internacional ha mostrado su respaldo a las acciones del gobierno colombiano para enfrentar el fenómeno del narcotráfico y las bandas criminales. En ese sentido, aseguró que las políticas de paz y desarrollo rural en el Catatumbo son una prioridad para su administración.
Con esta visita, el gobierno nacional reafirma su compromiso de atender de manera directa las problemáticas del Catatumbo, buscando no solo la estabilización de la seguridad, sino también el bienestar de las comunidades afectadas por años de violencia y desplazamiento forzado.