
Por Fredy Garzón @ELDENUNCIANTEo
En los últimos días, las redes sociales se convirtieron en el escenario de un acalorado enfrentamiento entre el excandidato a la alcaldía de Bucaramanga, Carlos Sotomonte, y el altos funcionarios del gabinete Jaime Andrés Beltrán.
Sotomonte, quien hizo parte en los gobiernos de los exalcaldes Rodolfo Hernández y Juan Carlos Cárdenas, donde se hizo famosa aquella frase de: “Hagámonos los pingos con delincuentes”, arremetió contra la gestión de Beltrán, señalando el aumento de la violencia e inseguridad en Bucaramanga como un claro incumplimiento de su promesa de campaña: reducir los índices de criminalidad con el “Plan Candado”.
La respuesta no tardó en llegar desde el gabinete de Beltrán. Los funcionarios Manuel Parada, Asesor de Despacho, y Ana María Vargas, Secretaria Administrativa, salieron en defensa del alcalde, señalando que la inseguridad no es un fenómeno exclusivo de Bucaramanga, sino un problema nacional agravado por la política de seguridad del gobierno del presidente Gustavo Petro, donde Sotomonte es afín.
En este intercambio de trinos también se sugirió que la situación de la ciudad sería aún peor si Sotomonte o alguno de los aspirantes de las “Primeras Líneas” hubiese llegado a la alcaldía.
Este enfrentamiento marca el primer round en el 2025, con Sotomonte cuestionando a Beltrán y sus funcionarios defendiendo la gestión del alcalde. Mientras tanto, otros miembros del gobierno municipal optaron por mantenerse al margen, sin pronunciarse abiertamente sobre el tema, como siempre ha pasado en otros polémicos temas que involucran al alcalde, familiares y personas de su círculo íntimo.
La disputa refleja la creciente tensión política en Bucaramanga, donde las promesas de seguridad continúan siendo un tema de debate, y las diferencias entre las administraciones pasadas y la actual marcan el rumbo de las críticas.