
Por Fredy Garzón @ELDENUNCIANTEo
El escándalo que involucra a Sandra Ortiz, exconsejera presidencial, en la investigación de la Fiscalía sobre la corrupción en la UNGRD revela la profundidad de las prácticas corruptas en la política colombiana.
Según Ortiz, Carlos Ramón González, cercano al gobierno y fundador del Partido Alianza Verde, actuó como un prestamista clave en un entramado donde se desviaban recursos públicos para sobornar congresistas y asegurar reformas políticas, revela la FM Radio dirigida por Juan Lozano.
Lo verdaderamente alarmante es que González no es nuevo en este juego. Fuentes políticas de Santander han confirmado que ha prestado dineros a políticos de la region, finananciado bajo las sombras varias campañas, incluida la de la alcaldía de Claudia López, con el único propósito de obtener favores políticos.
Este tipo de financiamiento no es solo un acto de corrupción aislado, sino una práctica sistemática que subraya cómo el dinero sigue comprando voluntades en el Congreso y en las elecciones locales.
El hecho de que figuras como González continúen operando en las sombras demuestra que, a pesar del discurso de “Cambio” del gobierno de Petro, las estructuras de poder siguen siendo las mismas.
Carlos Ramón González aseguran diversas fuentes que se encuentra por fuera de Colombia, posiblemente en España tramitando algún tipo de asilo político.
La política colombiana continúa siendo un juego de intereses donde el dinero marca el rumbo, y la buenas prácticas de la democracia, una vez más, queda en segundo plano.