En el corazón de Bucaramanga, el Teatro Santander se erige no solo como un espacio físico, sino también como un testigo silencioso de las innumerables historias que han tejido la cultura de la ciudad. Desde su inauguración en 1932, este majestuoso recinto, obra del arquitecto francés George Carpentier, ha sido testimonio de la pasión, el arte y las emociones de quienes han pisado su escenario. Su arquitectura de estilo republicano es solo el telón de fondo de una rica historia que hoy se encuentra revitalizada tras su restauración.
En nuestra emisión en directo de Últimas Noticias Radio, el Dr. Julio Enrique Avellaneda compartió una anécdota que no solo emocionó a los oyentes, sino que también conectó generaciones. Recordó cómo, siendo un niño de tan solo ocho años, su padre, Don Roque Julio, director de la compañía de teatro Ariel, lo puso a actuar en el Teatro Santander. Lo curioso, confesó con gracia, fue que su debut fue completamente desnudo. “Ese honor muy pocas personas lo han tenido”, dijo entre risas, dejando ver el orgullo que siente por ser parte de una tradición que ha dejado huella en el arte local.
En este contexto histórico y lleno de vida, se hizo mención de la obra “Doña Flor y sus dos maridos” una de las novelas más conocidas del escritor brasileño Jorge Amado, llevada al teatro y la danza en varios países. Al teatro Santander llega con la compañía MuDaza, dirigida por Giovanni Ravelo. Esta puesta en escena fusiona danza, teatro y música en vivo para narrar la historia de una mujer atrapada entre el fantasma libertino de su primer esposo y la serenidad del segundo.
Este evento cultural es una muestra más de cómo el Teatro Santander sigue siendo un espacio donde las historias, tanto reales como ficticias, cobran vida. Como dijo el Dr. Avellaneda, “El teatro no solo nos conecta con el arte, sino también con nuestras propias memorias”. Y así, mientras nuevas generaciones disfrutan de espectáculos memorables, el Teatro Santander sigue tejiendo su propia narrativa como un emblema de la identidad bumanguesa.
El Teatro Santander, cuya historia estuvo al borde del olvido tras años de abandono, ha renacido gracias al esfuerzo de ciudadanos, entidades locales y empresarios que, desde 2007, se unieron para evitar su demolición. Hoy, este recinto se encuentra en pleno funcionamiento, convertido nuevamente en el epicentro cultural de Bucaramanga.